Isabel Obreo fotografiada en su propio taller

¡Rompiendo estereotipos! El caso de Isabel Obreo La jóven extremeña que emprendió en el sector de la madera.

Bienvenidos otro día más al blog de Comadera. En el post de hoy os traemos un contenido diferente. Como sabéis, el sector de la madera es un oficio que ha sido tradicionalmente representado por los hombres, por eso hoy os traemos una entrevista a una profesional de dicho sector. Nuestra protagonista de hoy se llama Isabel Obreo. Ella es la fundadora de la marca Laal, en Badajoz.

En esta entrevista hemos tenido la oportunidad de preguntarle acerca de cómo ve el futuro del sector de la madera y de la mujer en este sector. ¡Sigue leyendo para conocer más sobre su inspiradora historia!

¿Cómo fueron esos inicios en el sector de la madera? ¿Fue difícil empezar?

Isabel: El inicio es difícil de especificar, la verdad es que siempre me gustó hacer cosas manuales. Desde muy pequeña hacía muebles de cartón y otros elementos con diferentes materiales. La madera fue algo que llegó a mi vida un poco después.

Cuando regresé a España después de vivir en Escocia, empecé a trabajar mi marca personal como hobby, algo que no tenía para nada definido, pero que disfrutaba en mi tiempo libre mientras trabajaba como ingeniera de producto. Empecé a comprar pequeñas herramientas y maquinaria para hacer muebles en casa y amueblar mi propio hogar.

El momento en el que cambió todo fue cuando tomé la difícil decisión de dejar mi trabajo para dedicarme de lleno a mi marca, por lo tanto, al trabajo de la madera. Eso fue en plena pandemia, hace ya más de dos años en Sevilla. Y el inicio fue difícil por varios motivos, el principal fue que yo no tenía experiencia, no era carpintera ni me había formado como tal, soy autodidacta y eso fue un gran reto. Fue difícil montar un pequeño negocio con todo lo que eso conlleva. Me equivoqué en algunas cosas, también aprendí en muy poco tiempo cosas que merecen un proceso más largo, pero todo es absoluta supervivencia. Y otra cosa que hizo el proceso un poco difícil -y lo sigue haciendo- es conciliar ser madre a tiempo completo de dos niñas hace que te salgan brazos y ganas de donde no las hay.

Pero lo cierto es que todo esto ha salido y está funcionando en gran parte gracias al apoyo y a la ayuda infinita e incondicional de mi compañero de vida. Gracias.

¿Cuándo eras más joven, te imaginabas que te convertirías en una mujer emprendedora?

Isabel: Pues quizás en el fondo, sí, me he criado en un negocio familiar y he visto como algo normal el hecho de arriesgar, emprender, crecer y sacrificarse a diario en mis padres.

Ya empecé buscando algo diferente cuando estaba terminando mi carrera de ingeniería en diseño industrial y decidí patentar la máquina que había diseñado como proyecto fin de carrera. Conseguí mi objetivo, pero el proceso fue largo y costoso, ya que era muy jovencita, no tenía experiencia y por motivos económicos decidí hacerlo sola sin ningún tipo de ayuda ni orientación.

Eso me motivó bastante y aunque no tardé en empezar a trabajar como ingeniera, nunca abandoné la idea de trabajar en mi propia marca. Siempre he sido un poco arriesgada y me ha gustado tener iniciativa, creo que va en mi carácter y se lo debo a mis padres.

¿Cómo percibes el sector de la carpintería? ¿Todavía hay mucho trabajo que hacer para poder modernizar y digitalizar el sector?

Isabel: Cuando empecé en este sector lo pensé, sobre todo por lo que conocía en ese momento, pero ahora que conozco mucho más del sector y a muchísimas personas dedicadas a la madera he de reconocer que según donde pongas el foco o qué tipo de trabajo realicen están más o menos modernizados o digitalizados.

Hay gran parte del sector que sigue trabajando igual que hace años, quizás porque no necesitan más, porque nadie va a coger ese relevo o porque no les falta el trabajo tal y como lo gestionan y también hay una parte muy amplia de carpinteros o gente dedicada a la madera que han hecho posible un cambio importante en la modernización y digitalización de esta antigua profesión. Yo misma me he formado de manera autodidacta gracias a ese cambio, y a muchos profesionales que exponen y explican su trabajo en medios digitales y redes sociales. Veo a diario grandes artistas haciendo de su trabajo un gran escaparate en cualquier parte del mundo y las empresas que fabrican maquinaria para trabajar la madera siguen ese ritmo.

¿Cómo ves el papel de la mujer en este sector? ¿Queda trabajo por hacer en este sector?

Isabel: El papel de la mujer en este sector es el mismo que en muchos otros y sobre todo en trabajos tradicionalmente de hombres y en los que se requiere esfuerzo físico, un papel de lucha diaria para demostrar que nuestra capacidad para el trabajo es igual que la de cualquier hombre.

Ahora mismo me vienen a la cabeza un gran número de mujeres que admiro, a las que sigo y que trabajan la madera a nivel profesional, muchas de ámbito nacional y muchísimas otras a nivel internacional.

Ahora mismo seguimos luchando para hacernos hueco en este tipo de trabajos y a veces es difícil abrirse camino, pero si tienes ganas, nadie puede impedírtelo. Hablo por mí cuando digo que han puesto todo tipo de caras al verme trabajar, al verme comprar madera en almacenes, al verme cargar mi furgoneta y, en general, al ubicarte en el trabajo que realizas. Claro que queda mucho por hacer, queda muchísimo por luchar para que cuando te vean trabajando en tu propio taller no te pregunten más de dos o tres veces seguidas: ¿esto lo has hecho tú sola?; ¿y esto también lo has hecho tú?; ¿y tú solita trabajas aquí?; ¿y tú solita puedes con ese mueble?… o frases como: “para ser una mujer tienes buenas manos…” Así podría seguir…

¿Crees que con tu experiencia más mujeres se animarán a adentrarse en este sector?

Isabel: Me gustaría que fuera así, no soy una persona relevante como para eso, pero es cierto que a veces recibo mensajes de otras mujeres amantes de la madera que se sienten identificadas con mi proyecto y que intentan abrirse camino.

Cada vez que alguna mujer me pregunta o me dice que al verme se ha motivado y que les gustaría emprender, yo me siento feliz, no solo porque lo sientan, sino porque también te lo dicen y esperan que les cuente cómo ha sido mi experiencia o mi trayecto. Aunque tengo que reconocer que también he recibido ese tipo de mensajes por parte de hombres y también a ellos les cuento mi experiencia.

¿Crees que eres un referente para las niñas de hoy en día?

Isabel: Es una pregunta difícil, me gustaría plantarme delante de un grupo de niñas de entre 8 y 14 años y poder hacerles esa pregunta, “¿te gustaría trabajar la madera cuando seas mayor?”. Si me lo hubieran preguntado a mí a esa edad, a lo mejor hubiese dicho que sí. Si les preguntan a mis hijas ahora, que tienen 3 y 4 años, dicen que de mayor quieren ser como mamá, pero eso casi no cuenta.

Hay muchas niñas que se plantan delante de mi escaparate, desde el que se me ven trabajar, y preguntan a sus padres o abuelos qué es lo que estoy haciendo. Para muchos niños es una profesión totalmente desconocida, pero me vale con ser referente en cuanto a la lucha por los sueños propios, por dedicarte a lo que más te gusta y poder vivir de ello.

 

Muchísimas gracias Isabel por aceptar la colaboración con Comadera, por compartir con nosotros tu inspiradora historia, y mostrarnos los desafíos de ser una mujer emprendedora en este sector. 

Si a vosotros también os ha gustado leer la entrevista tanto como a nosotros, aquí os dejamos un enlace a su web para que podáis echar un vistazo a sus trabajos.

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